Lima: Si bien es cierto, las celebraciones fueron variando con el tiempo, y lame
ntablemente el desfile de los carros alegóricos se perdió, aún queda presente el uso del agua, el talco, o y en casos extremos, de agua coloreada, los huevos se cambiaron por globos de agua, las gigantes jeringas por pistolas de agua de plástico mucho más grandes y potentes; pero si bien existe algo que se ha mantenido hasta la fecha son las “fiestas de carnaval”, las mismas que se realizan en todos los grandes centros de diversión de la ciudad y ahora ya no han quedado destinadas de manera exclusiva para la élite social como era al principio de la república, para esa ocasión lo principal es la búsqueda de un buen disfraz y todas las ganas de divertirse hasta altas horas de la madrugada.

Cajamarca:
Conocida como la “capital del carnaval peruano”, nos invita a gozar de las tradiciones culturales propias de la región y de un espectacular Corso de Carnaval, que recorre la ciudad con un rey Momo a la cabeza, bailando y acompañado de comparsas, todo esto contagia de forma increíble a la población y la prepara para la gran noche del “Baile de Antifaces”. Dentro de las expresiones culturales
que hasta la fecha se mantienen está el concurso de los “5 barrios” que se preparan durante todo el año para una reñida contienda musical, o aquellos corsos donde exhiben sus productos. El final del carnaval es el ingreso a los desfiles del muñeco del Ño Carnavalón que lo hace acompañado de payasos y comparsas que inundan de alegría y que es quemado indicando el fin de las festividades.


Puno:
“La capital del folklore” celebra, en el mes de febrero, 3 fiestas seguidas, la celebración a la Virgen de la Candelaria, la semana turística y el Carnaval puneño; en este último la gente se reúne para bailar la “pandilla puneña” y que en la actualidad se ha convertido en una danza que exhiben diversas organizaciones en el coliseo y se realiza el último viernes de febrero, para luego salir a las calles en forma de cuadrillas de 30 a 50 parejas y seguir bailando hasta el amanecer retirándose a descansar, para luego en la noche del sábado volver a salir a bailar.
Otro detalle interesante de resaltar es que las familias, a parte del juego con agua y talco con perfume, las parejas se amarran con
serpentinas y bailan de casa en casa.
Y al igual que en Cajamarca aparece el último día de carnavales el Ño Carnavalón, que es un muñeco de casi 6 metros de altura y que es arrojado al río, luego de ser paseado por todo el pueblo, presentándose aquí una diferencia y se trata de que en Puno existe también una Ña Carnavalona que durante todo el paseo persigue a la supuesta pareja llegando inclusive a caer con él al rio, indicando con ello que el carnaval terminó y que ambos no regresarán sino hasta el año siguiente.

Otro detalle interesante de resaltar es que las familias, a parte del juego con agua y talco con perfume, las parejas se amarran con

Y al igual que en Cajamarca aparece el último día de carnavales el Ño Carnavalón, que es un muñeco de casi 6 metros de altura y que es arrojado al río, luego de ser paseado por todo el pueblo, presentándose aquí una diferencia y se trata de que en Puno existe también una Ña Carnavalona que durante todo el paseo persigue a la supuesta pareja llegando inclusive a caer con él al rio, indicando con ello que el carnaval terminó y que ambos no regresarán sino hasta el año siguiente.
Muy buen post José! mas que interesante e instructivo. Me fascinó la primer foto en blanco y negro, antiquísima! donde la conseguiste?
ResponderEliminarCariños
Flo